martes, 26 de febrero de 2013

¡Te quiero un huevo!

 Hace unos días fue San Valentín. Nosotros, y con nosotros me refiero a mi pareja y a mí, no lo celebramos. Somos más de Sant Jordi (Para l@s que seáis de fuera de Cataluña, Sant Jordi es el patrón de la comunidad Catalana, se celebra el 23 de abril y es costumbre que el hombre regale una rosa a su pareja; así, esta fiesta coincide con el día del libro y se promueve también el regalo de libros).

Aun así, me apetecía hacer algo especial para el día de los enamorados. Aunque, esta vez, el detalle no fue para él sino para mis amigas. Que también hay que cuidarlas, ¿no?

Decidí llevar a cabo un experimento, ¡nunca mejor dicho!

Había visto en diferentes blogs cómo preparaban una curiosa receta y tenía muchas ganas de probarla.

El resultado: ¡mejor imposible!
 

¿Qué hay dentro de esta huevera? ¡Brownies! J

Sí, sí, habéis leído bien. La clave de este invento es hacer brownies dentro de cáscaras de huevos (sin que se rompan). No sé quien se la inventó pero es espectacularmente original a la par que buena. Lo mejor de todo: la cara de mis amigas al ver como salía un bizcochito de chocolate después de cascar el huevo contra la mesa, no tiene desperdicio.




La receta consiste en vaciar unos huevos para poder introducir la masa del brownie y hornearlos dentro de la misma cáscara. Aquí podéis ver el proceso, está muy bien explicado. Y aquí podéis ver el proceso

Yo, por mi parte, os voy a dar algunos consejos.

Para empezar, no tengáis miedo al vaciar los huevos. Con un sacacorchos pinchad el culo del huevo y con la mano id quitando trocitos hasta conseguir un agujero donde os quepa un dedo (¡aunque sueñe extraño!).

Yo preparé media docena de huevos. Para ello utilicé la mitad de la receta del brownie con dos huevos. (Con los 4 que me sobraron hice una tortilla de patatas, ¡jajajaja!)
Cuando vayáis a rellenarlos hay que tener en cuenta dos cosas: tienen que estar suficientemente llenos para que quede la forma del huevo y, por otra parte, con el suficiente espacio para que el bizcocho crezca y no se salga de la cáscara. A mí se me salió. ¡Fue muy gracioso! Tenía seis huevitos en mi horno sacando una cosa marrón por un agujero en el culo... (¡esto sí que suena mal! jajajajaja)

El paso de untar con un poquito de aceite el interior de las cáscaras también es importante. En mi caso hubo dos brownies que quedaron un poco pegados a sus respectivas cáscaras.

¡Es cuestión de ir probando!


Por último, y no menos importante, hay que decorar la huevera. Un buen packaging siempre es importante. En este caso he utilizado un abecedario, washi tape, un corazón hecho con la técnica del embossing y cinta para atar la caja. ¡Bonito, bonito!



Os animo a hacer la receta o experimento, como prefiráis llamarle. Yo repito seguro. Me parece una idea genial para pascua, celebrar un bautizo o una fiesta de cumple. ¿Qué me decís, os animáis?

¡No os olvidéis de contarme cómo ha ido la prueba!

7 comentarios:

  1. En serio?? Pero esto es brutal!! Mil gracias por la idea, se la haré a una amiga para su cumple :)
    ptonets!!!

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  2. Me ha encantado! Algún día me animo a probarlo ;)

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  3. Jajajajajaaja....parece difícil..pero quizá lo haga algún día...muaksk

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  4. Fabuloso! me encanta!!!!

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  5. Qué monada!!
    La presentación de 10 y la idea de 11!ja,ja...había oído hablar del brownie-huevo pero me parece complicadísimo.
    Un detalle precioso y muy original!
    Bsts

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  6. Una idea chulisima! la tengo q intentar :)

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