miércoles, 2 de octubre de 2013

Mátame suavemente



Hay días y días duros. Días en los que, al llegar a casa, lo único que quieres es hacer un unplugged memorable, dormir y que el día siguiente, por lo menos, sea algo mejor.
Yo sigo rebanándome los sesos en eso de las propuestas ocio-festivas de interés que, por lo menos, os resulten atractivas de leer. Si algún día consigo que, en mitad de una conversación digáis “Leí en un blog que este sitio está genial”, avisadme que ya podré morir tranquila. Mientras eso no sucede: ¡ahí vamos!
Volviendo a lo de la desconexión… Sea por el motivo que sea, todos tenemos días de estrés máximo. Días en que los niños están hiperactivos, en que el jefe se vuelve un ogro, en que las cosas se nos acumulan y solo queremos gritar.
Bien, no gritéis. Tampoco voy a engañaros con eso de que debéis respirar y contar hasta 10… ¡bah! Vamos a algo más radical, matemos un poquito ¿no?
¿Habéis oído hablar de las partidas de láser-tag?
Es una fantástica manera de liberar tensiones. Consiste en enfundarse un chaleco electrónico con luces de colores y una pistola igual de colorida que dispara rayos láser, hacer dos equipos y entrar en un laberinto oscuro, con luces de neón, en el que lo único que verás serán tus dientes fosforitos y chalecos iluminados corriendo sin parar. 


El laberinto tiene sonidos, humo y un ambiente bastante futurista. El objetivo es llegar a la base del equipo contrario, en algún punto del laberinto, y disparar hasta conseguir la máxima puntuación. Por el camino, mientras buscas la base, deberás ir con cuidado, esconderte para que no te disparen y disparar si ves algún miembro del equipo contrario. ¡Subidón de adrenalina! La parte positiva, a diferencia de juegos como el paint ball, es que, si te matan, tu chaleco se desactiva durante tan solo 5 segundos. Pasados esos segundos ¡puedes volver a la carga! ¡Banzaaaai!
Hay diversas modalidades de juego pero, normalmente, cada partida dura unos 20 minutos –más que suficiente teniendo en cuenta que acabas sudando como un pollo de correr arriba y abajo por el laberinto-. El número de jugadores puede ser de hasta 20 personas repartidas en 2 o 4 equipos. Lo mejor es que la edad mínima para jugar es de 7 años y los niños suelen pasarlo genial. 



Es perfecto para hacer una partidita con amigos cualquier fin de semana, con los compañeros de trabajo al salir de la oficina o ¡con los ñiños cualquier día! Yo fui con los amigos del trabajo. Esta es nuestra pinta.


En Barcelona hay dos sitios que organizan este tipo de partidas, Play-Point y Games i Més. El precio es más que económico, 2 partidas de 20 minutos no valen más de 15€. Una buena, divertida y barata manera de dejarse matar entre risas. ¡Probadlo!

Natàlia

5 comentarios:

  1. Nosotros celebramos un cumpleaños infantil así y al final hicimos una partida niñ@s-padres. Es genial!!!
    Besos Natalia.

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  2. Jajajaja...me encantan tus relatos! yo diré que un día leí en un blog lo de estas partidillas! Creo que lo había visto en alguna serie, pero no me preguntes cuál! Habrá que probarlo...¡Banzaaai!

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  3. quins records!! Quam erem peques anavem a un tal Kuzar que hi havia a Balmes però no tenia ni idea que seguien existint locals d'aquest tipus, gràcies per avisar-nos!! I la reflexió... de 10!!

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  4. Me encantan este tipo de planes, seguro que lo pasásteis de fábula ^^
    Un besazo!
    http://mundoanicez.blogspot.com.es/

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